Este blog está destinado a aquellos que gustan del buen vino. Que aborrecen el léxico forense de las notas de cata y las valoraciones objetivas de los grandes críticos internacionales. Hay tantos vinos en el mercado y tantas guías que es fácil perderse en la bodega. Por este motivo, pretendo sugerir vinos que yo mismo consumo y disfruto. Me gusta que me recomienden y recomendar vinos. Res vini será una plataforma para mi crítica subjetiva, aderezada con historias y curiosidades sobre la cultura del vino.
La felicidad no es un estado mental lineal, sino un cúmulo de pequeños momentos fragmentados a lo largo del tiempo que percibimos como constantes, al igual que el cinematógrafo. Percibimos la imagen en movimiento mediante el paso de 24 fotogramas o fotos fijas delante de nuestros ojos. A este proceso se le llama persistencia retiniana, y por analogía, la felicidad o la infelicidad se formaría por la persistencia mental. Los momentos felices quedan retenidos en nuestra mente y la suma de ellos darían lugar a la felicidad. Degustar un buen vino es uno de estos momentos privilegiados que pasan fugazmente y así como también deviene nexo de otros momentos felices. No sólo somos felices al degustar un buen vino, también el vino está presente en los momentos felices, como celebraciones o situaciones especiales.
Las entradas de este blog son mis momentos felices. Por esta razón no escribiré sobre vinos mediocres o malos. Sólo hablaré de vinos buenos o muy buenos, cada entrada será una buena noticia, mi descubrimiento de un gran vino. Confío que ustedes se sientan tan felices como yo me sentí.
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