Enotecas
Hay un lugar mágico para el amante del vino: las enotecas. Repartidas por toda la geografía mundial, es en los países productores donde estos comercios son especialmente populares e importantes en su tejido cultural.
Las enotecas pueden ser de muchas maneras. Las hay modernas, clásicas y añejas de más de cincuentas años. En ellas suele haber pocas mesas, un ambiente recogido e infinidada de botellas de las bodegas más dispares y de las añadas más insospechadas. La mayoría de enotecas son de pequeñas dimensiones, pues antes crear un espacio para poder degustar el vino, éstas sólo se dedicaban a la venta a granel. Sin emabrgo, en las enotecas actuales la consigna es la misma: catar uno o dos vinos como aperitivo durante una conversación relajada con un amigo/os en un ambiente propicio.
En esta fotografía vemos una enoteca romana. Está remodelada con buen gusto en su interior pero todavía conserva un aspecto hermoso y decadente en su la fachada. Yo prefiero este tipo de enotecas a las modernas, aunque a veces el vino que se ofrece puede ser algo previsible. No obstante, para mí, la escenografía es fundalmental para cualquier situación ya que, como la música, es capaz de crear unas sensaciones muy particulares que acompañan e influencian positivamente en la consumición.
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